El ministro Wert, ha dicho que los problemas no se resuelven con manifestaciones, y la historia no le da la razón, los ciudadanos salen a la calle cuando el dialogo y otras medidas de presión no han dado su fruto.
Los acontecimientos de Valencia vienen del pasado, ante de la cacicada de los recortes, de la crisis, y antes de los trajes del presidente.
El desprecio de las autoridades valencianas a la educación es de cuando se despilfarraba el dinero en edificios sicodelicos, en recibimientos majestuosos al Papa o en proyectar la demolición del barrio de El Cabañal con fines especulativos, padres y maestros ya se manifestaban, porque había niños que daban clases en barracones. Lo que pasa en valencia no es nuevo, que no nos engañen, el dinero no se ha acabado, es que entonces tampoco lo había, con lo cual se aumentaba la deuda, y la educación publica lo estaba padeciendo, entonces no se llamaban recortes pero lo eran, pero a la mayoría del pueblo soberano les parecía estupenda la política del P.P. porque volvieron a votar los mismos a los mismos, no falto ni uno ya que era una forma de refrendar y aplaudir sus desmanes.
El señor ministro de Educación no debería extrañarse de que no hay otro medio de tratar de arreglar los problemas sino es con manifestaciones, las cuales intentan disolver con una brutal y desmesurada violencia.
