Al pisar tierra española ya le estaban esperando en la
frontera, e inmediatamente fue recluido al “campo de concentración de Reus” en enero de 1940 es trasladado a la
construcción faraónica del “Valle de los Caídos” en Guadarrama (Madrid), Juan
en esta ocasión tuvo más suerte que otros prisioneros, ya que por tener
conocimiento de mecánica y poder conducir camiones los trabajos a realizar eran
más livianos y con menor riesgo, pues en la construcción al monumento perdieron
la vida muchos españoles que habían luchado por la República fueron incluidos en un
batallón de trabajadores, los trabajos más duros y peligrosos lo hacían prisioneros de guerra.
continuará 04/07/2020
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