Un nuevo cambio
En la boda de mi cuñado Jaime coincidí con Guillermo, antiguo
compañero de la Escuela de Transmisiones, era de Fuentidueña del Tajo ultimo
pueblo de la provincia de Madrid, lindando con la provincia de Cuenca, el también dejo la vida militar, se licencio
de capitán sin llegar a ejercer como tal ya que le destinaban a Elizondo en
Navarra y no le apetecía andar de un
lado para otro, por mediación del comandante Camino Jefe de la unidad de alerta
y control de la base se colocó en Construcciones Aeronáuticas. Estuvo un año formándose en la factoría de
Sevilla y ahora definitivamente estaba en la base de Getafe.
Le comente que termine mis estudios con el título Ingeniero Técnico,
de acuerdo con el nuevo plan de estudios, repasamos nuestras andanzas, de mi
trabajo actual, y de la encrucijada que
estaba pasando, hizo un silencio muy largo, al cabo de un rato la conversación
cambio por completo, hablamos de la familia, le dije que Teresa era la hermana
del novio pues desde que me licencie no nos habíamos vuelto a ver Guillermo
seguía soltero, tenía en perspectiva
casarse pronto, por lo tímido que era
estoy seguro que fue su novia quien
pidió su mano, lo iban hacer en la primavera de 1971, Marina es como se
llamaba su novia era prima de la que iba a ser mi cuñada, le dije que teníamos
un hijo con once meses, nos dimos el teléfono y quedamos en que estaríamos en
contacto para pasar buen rato juntos recordando nuestras aventuras en la
Escuela Transmisiones de Cuatro Vientos. Tuvimos un recuerdo del día que me
puse los patines en los dormitorios de la escuadrilla, que fui arrestado en la
compañía durante una semana, hasta que desaparecieron los rayados que dejaron
las ruedas de los patines en el suelo que estaba encerado, gracias a Guillermo,
Oscar y Teo que me ayudaron conseguimos dejar aquello en perfectas condiciones,
los cuatro compartíamos cuarto de estudio como éramos de la misma escuadrilla también
dormíamos en el mismo compartimiento de los dormitorios.
Otra aventura que recordamos fue cuando el teniente Barrios
andaba buscándonos para completar un servicio, había una orden en el cuerpo de
guardia para cuando fuéramos a salir nos presentásemos al teniente. Yo había
quedado esa tarde con Amparito y no tenía medio de ponerme en contacto con ella
si llamaba por teléfono desde la centralita no podría evadirme, por otro lado
si no me daban el recado tampoco cometía omisión de servicio, así que decidí
salir por detrás de los hangares para no ser visto. Cuando llegue a la
carretera en la parada estaba la policía militar “PA.” como no era hora de paseo y la pernocta en
ese momento carecía de validad, lo inmediato es que me devolviesen a la
Escuela, la policía aérea tenía verdadera pasión por hacernos la vida imposible
a los alumnos, así que decidí poner en activo mis dotes deportivas, me puse a
correr en dirección Alcorcón que estaba a 2 Km. de la escuela, los dos policías
un cabo segundo y un soldado intentaron darme el alto pero como llevaba más
cien metros ventaja en principio no me alcanzaban al llegar a la altura de la parada de
Alcorcón el autobús todavía tardaría en llegar más de cinco minutos con lo cual
será cazado y al haber salido corriendo el castigo podría ser mayor, decidí
salir corriendo y me fui hasta el pueblo siguiente que era Móstoles la ventaja
adquirida fue mayor, y decidieron con mejor criterio que como tendría que coger
el autobús se quedaros a esperarme en la parada de Alcorcón.
La suerte en esta ocasión me acompañaba, comprobé que no me seguían y me puse hacer Auto-Stop, y ahí se cabo la historia, La PA. no me identifico, y el recado no lo recibí porque no pase por el Cuerpo de Guardia, el marrón se lo llevaron mis compañeros, yo pase una tarde estupenda con “Yoli”
Continuara 13 febrero 2021
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