Vuelta a casa
Teresa no se adaptaba a vivir tan aislada, y más con un niño
tan pequeño todas las compras que teníamos que hacer las dejábamos para el
sábado por la tarde y últimamente muchos de los sábados tenía que quedarme, el
director del matadero había dado orden que ante cualquier incidencia en las
cámaras de frio y congelación me avisaran, y mira por donde esto lo hacían con
mayor frecuencia.
En una reunión que tuve con la dirección del matadero,
plantee que dejábamos la vivienda que teníamos allí para irnos a vivir en
nuestra casa de Leganés, expuse la situación de mi esposa de que no se
encontraba a gusto, ya que no tenía convivencia social, por otro lado yo
tampoco tenía necesidad de estar esclavizado con el trabajo, por lo cual los
fines de semana y fiestas tendría que
haber en mantenimiento un mínimo de tres personas y no de una como había en la
actualidad, por lo tanto exigía tener un
descanso más continuado, había meses que el número de horas extraordinarias en
muchos casos era de cincuenta horas, y
en jornadas normales doce horas entre sábados y domingos, todo un disparate.
Continuara el 30 de enero 2021
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